Alejandra Hurtado es actriz y jefa del Programa Cuentacuentos de la Fundación Mustakis. Actualmente vive en Barcelona desde donde continúa impulsando este arte para los niños, las niñas, los jóvenes y sus familias. En esta entrevista nos cuenta sobre la relevancia de realizar esta actividad con los más pequeños.
¿Por qué es importante contar cuentos a los niños?
Contar cuentos a los niños desde la primera infancia, incluso desde la gestación, es relevante porque así el bebé va conociendo la sonoridad de sus padres y de los seres que lo rodean. Importantes estudios apuntan que desde la gestación se debiera estar estimulado por la música o la poesía, que es algo fantástico.
Cuando hablamos de primera infancia -que va de los 0 a 3 años- el cotidiano del bebé debiera estar cargado de estímulos. No solo desde lo sensorial como las texturas y los colores, sino también desde la palabra. En el folclore poético, por ejemplo, están los versos, las nanas que son maravillosas. Por eso este año hicimos el gran esfuerzo como Escuela de Cuenta Cuentos de posicionar la poesía como la guinda de la torta del Festival Milhojas de la Fundación Mustakis. Hay que ver cómo la poesía entra con mayor fuerza al hogar, y con más filtro en los jardines infantiles. Finalmente es desde ahí donde más nos podemos acercar a una poesía de calidad.
¿Qué recomendaciones puedes hacer para fomentar el gusto por los cuentos, y por ende la lectura, en la primera infancia?
En la primera infancia hay que cantarles mientras uno los muda, cuando le damos comida. En eso destaco los cuentos sin fin, que se cuentan una y otra vez. Por ejemplo: “Un, dos, tres, este es el cuento de un pez. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?”. El bebé de 0 a 3 años quizás no comprende lo que le estoy diciendo, pero sí ve en tu gestualidad o tono de voz una forma de interacción. Leer en voz alta es sumamente valioso, ya que con eso va reconociendo sonidos que luego va haciendo propios y comprendiendo que ésa es la forma en la que se debe comunicar para entender la palabra.
¿Qué cuentos se cuentan en estas primeras edades?
A partir del año se pueden nutrir los estímulos y se van contando más cuentos. Si estamos apoyados del libro, serán cuentos de una materialidad particular, tapa dura o inflables, que tengan alguna textura. Uno podría concluir que incluso con un libro que solo tuviera imágenes, igual se puede construir un relato. También están los cuentos de acordeón, por ejemplo, y los libros “Veo veo”, donde uno observa que la rana hace “croac, croac”. Ahí uno va jugando con los elementos que entrega el libro. Algunas veces serán los sonidos de las acciones, en otras las canciones.
¿Qué rol juegan las emociones en el arte de contar cuentos?
A través de los cuentos les vamos explicando las cosas que van sintiendo, las cosas que queremos inculcarles, explicarles los cambios de estación, los animales. Vamos nutriendo ese imaginario que tenemos que levantar. Con la poesía y con los elementos del folklore poético, las adivinanzas, los trabalenguas es estimular el lenguaje y por sobre todo el trabajo con la imaginación.
El desafío está en cómo logramos que haya imágenes de lo que les estamos mostrando. Ahora vemos un boom de las emociones y en ese contexto surge la pregunta de qué pasa con los textos. El libro de los colores encasilló las emociones en colores. Tenemos que ir viendo cómo comunicar las emociones. En ese sentido, no podemos catalogarlas ni buenas ni malas, solo que vivimos con ellas. Hay que saber cómo expresarlas y contener al niño que por ejemplo si éste tiene rabia.
Para finalizar me gustaría recalcar que los cuentos sirven para identificarse, pertenecer a un entorno, un pueblo, un país, un continente y a este mundo. Esa es la importancia de los relatos de tradición oral.