Entrevistamos a Isabel Ossa Guzmán, autora de la colección Mujeres Chilenas, un proyecto que busca rescatar en historias infantiles el legado de mujeres fundamentales en la historia del país. La colección, publicada por Ediciones Mis Raíces, cuenta con siete títulos, a los que se suman en septiembre dos nuevos: “Elena Caffarena. La justicia hecha mujer” y “Matilde Pérez. Un arte nuevo”. La escritora, es licenciada en Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile y periodista de la Universidad Adolfo Ibáñez. Ha colaborado con diversos medios escritos, creado contenidos para Memoria Chilena, editado diferentes libros y actualmente se desempeña como consultora en comunicaciones, al tiempo que desarrolla su carrera como autora de cuentos infantiles y novelas.
¿Qué te llevó a escribir una colección sobre mujeres chilenas?
Siempre supe que iba a ser escritora. La verdad nunca me imaginé escribiendo para niños, pero cuando tuve hijos me empecé a enfrentar a las preguntas de los niños, a las inquietudes de ellos, a las cosas que les pasaban. Siempre me importó transmitirles el gusto por la literatura y en eso, buscando libros que les inculcaran la importancia del rol de la mujer, me di cuenta de que había una escasez de contenido literario para niños que tuvieran que ver con ese tema. Me entraron ganas de escribir literatura infantil que rescatara a mujeres importantes de la historia. Al principio fue súper amplio, después decidí empezar por las historias de mujeres chilenas.
María Monvel, Paula Jaraquemada, Janequeo, Margot Loyola, María Teresa Ruiz, Anita Lizana, Matilde Pérez y Elena Caffarena son las mujeres de las que decidiste escribir, ¿Por qué ellas?
Empecé a investigar sobre mujeres de la historia de Chile y me di cuenta de que estaba lleno, que existieron demasiadas mujeres que habían hecho aportes súper importantes en todo ámbito de cosas, en épocas en las que era muy difícil para ellas sobresalir. Encontré que eran especialmente heroínas, pues habían destacado en un ambiente que era muy masculino y aun así habían logrado sacar adelante sus sueños y marcar una huella.
Junto a Ediciones Mis Raíces tuvimos que decidir qué mujeres formarían parte de la colección entre las 80 que yo había seleccionado y de las que me hubiese gustado escribir. Definimos una mujer por cada área, entre las que destacaban deporte, arte, literatura, ciencia, política, patriotismo, entre otras. Además, quisimos que fueran poco conocidas, la idea era rescatar a mujeres que hubieran sido tan importantes como Violeta Parra o Gabriela Mistral, pero que fueran más desconocidas.
¿Qué enseñanzas te dejaron las mujeres de tus dos últimos libros?
Matilde Pérez es un ejemplo de que, si una persona tiene un sueño, finalmente trabajando y buscándosela se puede lograr.
Para mí fue muy bonito porque empecé a investigar sobre ella en un momento en el que recién se había muerto mi mamá, algo que fue muy duro para mí. Matilde era huérfana de mamá y su papá trabajaba todo el día fuera de la casa, fue una niñita que creció súper sola en un campo. Para mi ella fue el ejemplo de que se puede salir adelante y hacer grandes cosas, a pesar de haber tenido un dolor tan grande como la muerte de la mamá.
Ella además desarrolló un tipo de arte que en Chile no existía a pesar de que muchos la miraban raro. Es increíble, porque podría haberse rendido ante el arte de moda del momento, pero en vez, decidió sacar adelante su estilo que, sin saberlo, estaba súper en boga en otras partes del mundo.
En tanto, Elena Caffarena es un ejemplo de resiliencia sobre todo a nivel familiar. La fábrica de calcetines que tenía su papá en Iquique se quemó varias veces, ella vivió en carne propia la frustración de ver todos los sueños en el piso, para luego, con esfuerzo, volver a levantarlos. De muy chica tuvo ese ejemplo de que sin importar lo que pase, hay que seguir adelante y levantarse, aunque sean mil veces, y seguir con lo que uno quiere hacer en la vida.
¿Qué buscas con la colección? ¿Cuáles son tus metas?
Si algún lector mío, algún niño o niña se siente inspirado por alguno de estos libros y a lo mejor siente que él o ella también pueden seguir adelante con su sueño por más difícil que sea, como lo hicieron estas mujeres. Si logro eso, si logro sembrar esa semilla en el alma de mis lectores, para mi vale la pena mil por ciento todo el trabajo.
Busco sembrar en los corazones de los niños esta idea de que las mujeres han sido súper importantes en la historia de Chile y que hay que respetarlas. Para mi incluso han sido más heroicas que los hombres en muchos aspectos, porque les ha tocado vivir en un mundo más difícil, mucho más adverso a lo femenino,
¿Cuáles son tus proyectos como escritora?
Nos falta definir el último libro de la colección de Mujeres Chilenas. A mí en lo personal me gustaría mucho escribir la historia de una mujer que se haya dedicado al ámbito doméstico, que haya dejado una huella importante desde su trabajo como madre. Me gustaría darle cabida en esta colección de mujeres chilenas a la parte de la maternidad, a revalorizar el rol de la madre.
Además, el próximo año espero lanzar mi primera novela para adultos que estoy terminando, ha sido un trabajo largo y difícil. Es una historia de amor entre un hombre y una mujer en la época del terremoto. Es una novela profunda, creo que va a gustar.
¿Tres consejos para lanzarse a escribir?
Escribir, escribir, escribir, hasta que salga algo. Esto es un oficio, no es por inspiración. Sentarse todos los días y escribir un poco. Hay que estar atenta, el mundo está lleno de historias, solo que uno tiene que estar con las antenas alertas para que las ideas te puedan ir llegando.
Otra cosa que ayuda mucho es participar en talleres literarios, uno está en contacto con otros escritores, con lo que escriben y leen. Es un ejercicio súper rico.
Lo último que también es muy importante, es mantenerse activo en la lectura. Igual como uno se hace el hábito y oficio de escribir, uno tiene que hacerse el hábito de leer. Estar atento de lo que están escribiendo en otras partes. Esto te va enriqueciendo y dando ideas.